14 may 2015

Músicas de la ternura

Mil formas para llamarla: ternura, tenrura, tendresse, tenderness, zärtlichkeit, ömhet, tenerezza, tendresa, teneritudinem , samurtasuna, érzékenység, нежность, कोमलता, 柔情, حنا…. 
¿pero cuantas formas de sentirla? 
Quizás las canciones nos ofrezcan algunas respuestas.
Por ejemplo ésta, compuesta en 1932 pero sublimada hasta esferas celestiales 34 años más tarde por el sumo sacerdote del soul.

 
Otis era tan grande que todo a su alrededor parece pequeño. Habrá que buscar a alguien que pueda estar a su altura. 
Tenderly es un tema escrito en 1945 en formato de vals. Al autor de la música no le gustaba el titulo que le había puesto el letrista Jack Lawrence porque decía que obligaba a los cantantes a acentuar de manera muy forzada la última sílaba de la palabra. Al final, Lawrence convenció a una compañía y Sarah Vaughan grabó la canción por primera vez en su versión vocal.  
También Rosemary Clooney hizo una versión memorable en 1952 y la de Billy Holiday, del mismo año, es la mejor que he escuchado en voz femenina. En 1954, Nat King Cole hace una versión sin efectismos, bella y diáfana, con esa claridad que sólo él podía conseguir. Aquí lo vemos cantándola en compañía de un grupo de lujo: Oscar Peterson, Herb Ellis y Ray Brown en el  1957.
 
Tenderly siempre ha sido una manjar para los grandes artistas del jazz convencional por eso es mejor que para despedirnos de ella, recurramos a algo completamente diferente y que desafía a todo lo anterior.
  

Si creéis que me voy a centrar en ternuras yanquis estáis equivocados. La ternura se conjuga musicalmente en todos los idiomas y territorios. 
En italiano:

En francés por una voz inolvidable:
 
No sé porque estos chicos se ponen tan modositos con la ternura. Unos piden solo un poco, otros que al menos dure unos segundos...

Habrá que terminar esta entrada con algo obvio. No sería justo saltárnosla. La versión del rey del rock la conocéis todos, aquí os la dejo enlazada. La de James Brown quizás no tanto y a mí personalmente me gusta mucho.

 

4 may 2015

Don Covay, doctorado en soul

Se nos mueren los viejos ídolos. Nos estamos quedando a oscuras todos aquellos que amamos la buena música de los 60. Género a género las bajas van creciendo día a día. Dirán que es ley de vida, se han hecho mayores y les va llegando su hora, pero no deja de ser una putada para ellos y para los que nos quedamos aquí, más huérfanos y más solos.
En el glorioso territorio del soul ha habido cuatro muertes trascendentes en menos de un año. El último fue el 30 de abril cuando nos dejó Ben E. King, el célebre cantante de The Drifters y triunfador en solitario con Stand by Me y Spanish Harlem. Percy Sledge, el hacedor de When a Man Loves a Woman, falleció el día 14 anterior. Hace menos de un año le llegó su turno a Bobby Womack al que le dediqué esta entrada. El último y quizás el menos conocido, a pesar de su importancia, es el personaje de hoy en Sinfonía Azul
., Don Covay, que se fué a compartir jam sesions con Otis, Cooke, Ray o James Brown, el 31 de enero pasado. 
Conocemos a Don Covay por dos facetas diferentes: como cantante y como gran compositor de temas clásicos del soul y del pop en general. Un ejemplo es ese Mercy, Mercy de arriba. No sé puede decir que la versión de Don no tuviera éxito, lo tuvo y mucho ya que fue su principal hit, pero quedó eclipsada por la que conoce todo el mundo, la realizada por The Rolling Stones (la podéis ver en este enlace). En la versión original de Covay, publicada en 1964, contamos con la presencia a la guitarra de un casi primerizo Jimi Hendrix.
La historia de Don Covay parece que la hemos oído antes. Hijo de predicador, debuta en un grupo de Doo wop, The Rainbows, donde también debutan otros chicos con futuro: Marvin Gaye y Billy Stewart. Más tarde entra en la corte celestial de Little Richard como chófer y cantante invitado. Inicia una carrera en solitario y compone un baile en el tiempo de los mil bailes: twist, el limbo rock etc... Él era el compositor pero el éxito se lo llevó una vez más Chubby Checker, una especie de Georgie Dann con caché.


Las puertas de la gran fábrica de canciones de la Brill Building se abrieron para Don y allí creó temas memorables para los cantantes de moda en el cambio de década. Esta balada interpretada por el majestuoso "Papa Negro" Solomon Burke es uno de ellos.
Luego llegó el éxito de Mercy, Mercy y su entrada en la escuadra Atlantic en su período de mayor esplendor. Cerca de Otis Redding, Wilson Pickett y Aretha Franklin , a la que le compuso uno de sus más celebrados temas.


Don Covay
no triunfó en la Atlantic o al menos no lo hizo en la forma desmedida en la que lo hicieron otros, pero tuvo sus oportunidades al lado del gran Steve Cropper y el resto de chicos de la Booker T and the MGs.

Con posterioridad fue parte del Soul Clan, una especie de "Dream Team" formado por cuatro grandes del soul en horas bajas, entre ellos el recién fallecido Ben E King, junto a otros grandes como Solomon Burke, Joe Tex y Arthur Conley. No hubo resultados tangibles y tras la fracasada experiencia colaboró con la Jefferson Lemon Blues Band de John Hammond Jr.

Discos menores en compañías menores y un ictus que le apartó de los escenarios en 1992 con homenaje multitudinario posterior en un álbum titulado Back to the Streets: celebrating The Music Of Don Covay . Poco más.
Como cierre, os dejo con un vibrante y entrecortado dueto entre Aretha Franklin y Tom Jones interpretando otro de los grandes temas de Don Covay en el período Atlantic. 

20 abr 2015

Peter Gunn: cuestión de buenos principios

Todo empezó en 1958.
Un joven director de 36 años lanza en la NBC una serie con detective privado para competir con otras series con detective privado o de ambientación criminal que triunfaban en aquel momento. Era necesario un compositor que crease una entrada musical corta, poderosa y que atrajera al público a la historia en un momento en que la sintonía era una marca de fábrica ante un modelo de ficción televisiva muy homogéneo.
La elección tuvo su lógica. Escogió al tipo que había puesto la música a aquel principio genial de Sed de Mal (Touch of Evil), dirigida en el mismo año por el siempre genial, Orson Welles.

 
De esa manera la intro de Peter Gunn fue el primer encuentro artístico entre Blake Edwards y Henry Mancini. Luego llegarían: Desayuno con diamantes, Días de vino y rosas, La Pantera Rosa...y hasta 28 colaboraciones más en 35 años.
Este es el comienzo de su primer capítulo:

 
Aquel comienzo tan poderoso no pasó desapercibida para Duan Eddy, una estrella emergente del rock instrumental, que sacó su propia versión guitarrera en su disco de 1959, Especially for You. Fue un hit mundial y el inicio de la historia de un standard incombustible y eterno. Volvería a repetir éxito Duane Eddy, en 1986, cuando regrabó el tema acompañado de un grupo puntero del nuevo techno de los 80, Art of Noise.
El viejo tema del naciente rock and roll se convierte así en argumento sonoro para las pistas de baile.
Duane Eddy ha sido un referente para todos los grandes guitarras del pop-rock y por tanto cabía esperar que ellos llevasen a su propio territorio el legendario tema de Henry Mancini. Ese es el caso del malogrado Rory Gallagher en esta actuación en directo de 1982.


No solo de feroces guitarreros se nutre Peter Gunn. La "divina" Sarah Vaughan en su constante empeño de llevar las músicas más diversas a sus portentosas cuerdas vocales, realizó en 1965 una cortisima version cantada de Peter Gunn.


También la versión del músico y productor brasileño Eumir Deodato se apartó del estilo original del tema llevándola a un territorio funky en plena era disco.

No había pasado ni una año de la grabación anterior, cuando uno de los grupos más despreciados y al mismo tiempo, más envidiados de la música pop/rock, realizó su propia interpretación del tema. Del funkie bailongo y verbenero al rock sinfónico más fundamentalista. Pongámonos solemnes porque llegan...

Quizás nada de lo escrito hubiera tenido mayor trascendencia si no fuera por dos tipos gamberros que amenizaban las noches del sábado del televisión americana y que decidieron hacer un grupo con los mejores músicos de estudio que tenía aquel país y por lo tanto con gente como Steve Cropper, Donald "Duck" Dunn - compañeros en Booker T y los MGs - Tom Malone, Alan Rubin, Lou Marini, Matt Murphy etc...El disco, con la interpretación de Peter Gunn dentro, salió en 1978 y la exitosa película de John Landis es de 1980. Tras la muerte de John Belushi, The Blues Brothers incorporó a nuevos cantantes siguió funcionando con cierta regularidad hasta prácticamente hoy mismo. Cuestión de buenos principios

9 abr 2015

Louie Louie: entre la obscenidad y la apoteosis

¿Qué canción se emitió durante 63 horas seguidas en una emisora de radio californiana sin repetir el tema ni una sola vez?
¿Qué canción fue investigada por el FBI durante más de 30 meses buscando mensajes obscenos y peligrosos en su casi ininteligible letra?
¿Qué canción va a celebrar pasado mañana, 11 de abril, su Día Internacional?
¿Qué canción estuvo a punto de convertirse en el himno oficial del estado norteamericano de Washington?
¿Qué canción es el motivo de dos festivales de música anuales en ciudades como Filadelfia o Tacoma?
¿Qué canción es considerada pura basura y abominación por muchos amantes de los temas exquisitos, de esos que solo admiten hermosas melodías y bellas letras ricas en matices?
¿Qué canción nos encanta porque sirve para echarse un bailecito o como grito de rebeldía irreverente y machacón?

Empecemos diciendo que dentro de la ya por si disparatada  y apabullante historia de Louie Louie su vinculación al mes de abril es  todo menos casual.

  •  Un 11 de abril nació su autor, Richard Berry. 
  • Un 6 de abril fue grabada la "pecaminosa" y célebre versión de The Kingsmen. 
  • Un  10 de abril los mismos The Kingsmen ganaron un pleito por los derechos de autor del tema contra la discográfica Gusto.
  • Un 1 de abril se celebró la primera Gran Parada de Louie Louie por las calles de Filadelfia. 
  • El 2, 12 y 14 de abril de 1985 y 1986 se celebraron los primeros días oficiales de la canción  en Seattle y en los estados de Washington y Oregon... 
Va siendo hora de volver al principio. Se dice que Richard Berry compuso aquella melodía inspirándose en dos temas. Uno era "El loco del Cha Cha Cha" del músico de origen cubano René Touzet y el  otro "Havana Moon" de su homónimo que no pariente,  Chuck Berry.

Lo cierto es que Richard Berry con su grupo The Pharaohs tardó dos años en grabar el tema y lo destinó para la cara b de un sencillo que tenía como tema principal "You Are My Sunshine".  

Louie Louie tuvo relativo éxito en la zona de Los Ángeles pero por esas cosas del destino, alcanzó una popular inaudita en los territorios fríos al norte de California, donde empezaba a desarrollarse una escena musical de cierta enjundia.
Se sospecha que la segunda grabación del tema sea ya de un grupo de la zona,  Little Bill and The Blue Notes, pero esta versión aunque fue grabada con anterioridad se publicó con posterioridad a la que realizaron  The Fabulous Wailers. Estos chicos de aquel Noroeste lejano teconvirtieron una pieza de puro rhythm and blues en un himno clave del naciente rock and roll. Sin duda, el toque gospel en la voz de Rockin 'Robin Roberts y ese solo de guitarra de Rich Dangel le dieron su forma y fondo definitivo a la pieza.

Después del triunfo en las tierras de Kurt Cobain llegó la expansión a Oregón, un poco más abajo, y la acadabrante historia de la célebre versión de The Kingsmen.

Cuenta la leyenda, que allá por 1964 algunos papás americanos se pusieron nerviosos porque sus retoños se pasaban el día soltando estrofas procaces e indecentes con cierta melodía repetitiva que no dejaba de atronar en sus aparatos musicales. Algún padre, definitivamente asustado, escudriñó entre los discos de sus hijos y vio que salía de un grupo de Portland llamado The Kingsmen. Como no entendía la letra, cambió las revoluciones del aparato de 45 a 33 y allí creyó descubrir mensajes de una obscenidad tan escandalosa que decidió mandar una carta al mismísimo Robert Kennedy para que tomara cartas en el asunto. Bob le pasó el muerto a su tenebroso enemigo Edgar Hoover
30 meses estuvieron los técnicos del FBI analizando el tema. Al final no encontraron nada reprochable y se despachó el asunto. Según los que han estudiado el caso, la cuestón fue que la grabación era bastante ininteligible por cuatro razones: 
  1. Jack Ely, el cantante, antes de grabar estuvo cantando la canción durante 90 minutos y tenía algo resentida la garganta. (No, yo tampoco creo que la cantase tantas veces para aprenderse la letra)
  2. Tenía un corrector de dientes. Triste...
  3. El micrófono de estudio era muy alto y el siendo bajito tenía que ponerse de puntillas y estirar el cuello para hacerse oír.
  4.  La grabación se hizo a la primera toma y el grupo pensaba que todavía estaban ensayando.
Solo a Louie Louie le podían pasar estas cosas. 
Termino con la versión casi simultánea que hizo otro grupo de Oregon en el mismo 1963 y solo una semana después de la anterior. Me refiero a la de Paul Revere and The Raiders, una banda, que tal como dice el amigo Rick en su blog,  fue considerado por su compañía, la Columbia Records, como una alternativa americana y poible frente la hegemonía incontestable y altanera de los cuatro chicos de Liverpool.

26 mar 2015

Pajaritos, pajarracos y otros plumiferos entonados

Huyo del vértigo de las alturas y vuelvo a pasear por tierra de pájaros en una segunda visita. Aquí abajo todo es más sólido, más fácil y tampoco está el horno para bollos viendo en que ha derivado esa tremenda tragedia aérea que nos ha conmovido a todos.
En la sesión anterior, (desde aquí a tiro de clic) terminé con un bien conocido blackbird, es decir con un mirlo, y en ésta voy a empezar con otro blackbird famoso, casi diría primordial. El tema fue compuesto en 1926 por Roy Henderson (música) y Mort Dixon (letra). Entre las anécdotas  más interesantes de una pieza con tan larga historia,  ésta en que fue usada por la propaganda nazi cambiando la letra en su versión alemana y dedicando el bye, bye al entonces rutilante Imperio Británico. Sin duda, la versión canónica es la de Miles Davis en el disco Milestone pero de ese mismo año, maravilloso 58, hay una enorme versión de su grupo en el Festival de Newport. Le acompaña el mismo elenco que hizo Kind of Blue: John Coltrane -que se sale-, Bill Evans, Paul Chambers, Jimmy Cobb y se supone que también andará cerca un silencioso Cannonball Adderley.
 
Ahora estamos en el Caribe, hemos volado a la mansión que se compró Bob Marley en el barrio más lujoso de Kingston ante el escándalo del exquisito vecindario que no llevaba bien las constantes alegrías festivas a las que se entregaba el maestro. Dice la leyenda, que por allí había tres pajaritos, canarios quizás, que se posaban en el alfeizar de sus múltiples ventanas. Esta versión fue desmentida por las chicas Wailers, el coro del grupo, ya que según ellas era así como las llamaba Bob cuando estaba cariñoso. Es un tema tan conocido como glorioso y eterno.
 
No sé si sabéis que Leonard Skinner, antes de ser homenajeado en Los Simpson, era un profesor de gimnasia de Jacksonville (Florida) que a principios de los 60 le hacía la puñeta a un grupillo de chicos rockeros que insistían en venir clase con pinta desaliñada, según el criterio académico en boga, y con un pelo increíblemente largo. El encontronazo debió ser de aúpa porque el grupo fue rebautizado como Lynyrd Skynyrd en tono de chanza, cuidando, eso sí ,en cambiar las vocales para evitar una posible denuncia por difamación.
Lynyrd Skynyrd es uno de los grandes grupos de rock sureño más allá de su famosísma Sweet Home Alabama. Aquí nos hablan de cierto pájaro libre justificando su despedida.

Para no ser demasiado exhaustivo, en roman paladino = "plasta", voy a terminar estos paisajes musicales con un pájaro señorial y legendario, quizás el más legendario, título de uno de los más célebres poemas de Charles Baudelaire que a su ves se inspiró en la Balada del Viejo Marinero de Samuel Taylor Coleridge.

Albatross es un tema instrumental de Fleetwood Mac cuando era un grupo que practicaba genuino blues rock, allá por 1968. Una maravilla de la mano magistral de Peter Green, la sutileza rítmica de Mick Fleetwood, el apoyo del jovencísimo Danny Kirwan y el bajo absolutamente imprescindible de John McVie. Para mí, un tema tan sereno y relajante como un bello atardecer de verano en una playa atlántica acompañado de la persona amada.

17 mar 2015

Mil horas con Cifu


Las redes sociales bullen, Radio Clásica emite todo el tiempo música de jazz y yo apenas sé que decir: Cifu ha muerto.

Mis intenciones para hoy pasaban por escribir una entrada lejana al jazz pero todo ha quedado al margen, Cifu me ha acompañado durante mucho tiempo y tenía que escribir algo en su recuerdo a pesar de que odio los obituarios y estoy con un puñetero lumbago. Maldita la gracia. 
Estareis escuchando un montón de historias más interesantes que las mías sobre este hombre tan importante para los que amamos el jazz, la música y cualquier otra forma de arte en general.
Surgirán nuevos datos y anécdotas sobre su biografía y personalidad, bellos lugares comunes, mucha tristeza y cierta sensación de orfandad que comparto.
Yo en estos casos prefiero ser púdico y hasta me da un poco de vergüenza comentar que conocí a Juan Carlos Cifuentes en los 80, antes incluso de aquel legendario programa de televisión que todavía tenemos en el recuerdo: Jazz entre amigos.
Esta era su sintonía y abajo la tenéis completa tal como la grabó en su momento la Orquesta de Woody Herman.

 
Me acerqué por primera vez al jazz radiado a través del programa que presentaba en Radio 3 su colega y amigo Paco Montes. Se titulaba Ésto es jazz. Luego llegó Cifu  desde la tele y ocupó todo:  por tierra, mar y aire.  
Fue la época en que en Radio Nacional desembarcaron los grandes estrellas de la radio  musical española que todavía permanecían en otras emisoras. Dos programas: uno en Radio 2, ahora llamada Clásica y otro en  Radio 3. Pero es que además estaban las fascículos, los discos con textos de presentación, los artículos, las conferencias, las presentaciones... 
Cifu pasó ser el jazz en España  así como el jazz pasó a ser Cifu.
Sólo conozco dos fenómenos parecidos: Félix Rodríguez de la Fuente con respecto a la fauna y en tono menor Fernando Jiménez del Oso con respecto a todo lo paranormal.
El programa de Radio Clásica mantuvo el título original de sus comienzos como locutor allá por marzo de 1971. Jazz porque sí  tiene - ¿he de decir tenía? - esta sintonía incomparable.

A todo jazz es o era el nombre programa de Cifu en Radio 3, últimamente en emisión los sábados y domingos a las dos de la tarde. Su entradilla procede del disco más emblemático del trompetista Lee Morgan. Boy, What a Night está  presente en The Sidewinder.

Hoy,
en Radio 3, hasta en los programas musicales más indies se escuchan temas relacionados con la música que idolatró Cifu. Más aún, en Radio Clásica, como escribí al principio, la programación entera está dedicada al jazz. Un hecho que por encima del triste acontecimiento  resulta paradójico. Normalmente la música clásica suele ser telón musical de fondo cuando se producen hechos luctuosos y de enorme gravedad. Ahora la muerte de un hombre provoca que toda una programación clásica derive hacia el jazz. Eso solo lo podía conseguir él. Sí, por muchas cosas diferentes mereció la pena pasar mil horas con Cifu.

10 mar 2015

Lonely Woman: el clásico de los irreverentes

Es sabido que Ornette Coleman fue el gran dinamitero del jazz a finales de los 50. Su concepción rompía con las viejas armazones musicales para buscar una sonoridad que siendo nueva conectaba con nuestra propia emotividad profunda y primordial. Ese era su secreto aunque entre sus seguidores prevalecía la habitual plaga de modernos, enterados y snobs. Su música era de una expresividad punzante y desgarradora lejos de la racionalidad intelectualoide y clasista que buscaba aquel público blanco ansioso de experiencias nuevas. Basta con escuchar, quizás de nuevo, aquellos discos primerizos de Ornette Coleman y su grupo. Por ejemplo cuando oímos su más celebérrimo tema, aquel con el que se abría su legendario tercer disco.

Sí, no deja de ser paradójico y un tanto aleccionador que el gran irreverente del jazz haya realizado un tema que los años han convertido en un clásico del canon jazzístico. Del más ortodoxo incluso. Ese que respeta la progresión de acordes o el equilibrado desarrollo de los  compases. Aquel que podía representar el Modern Jazz Quartet de John Lewis en aquellos años.


Es indudable, hay elegancia, clasicismo y precisión donde antes había desgarro y expresionismo. Vuelven las formas musicales a ocupar sus sitio y se sustituyen las ambigüedades por el rigor.
El jazz lo admite todo e incluso que Lonely Woman se convierta en lo que pudiera ser una banda sonora para una serie de televisión  cuando lo hace suyo un maestro tan desbordado como desbordante llamado, John Zorn.


Hay una interpretación muy interesante de Branford Marsalis en sus disco de 1987, Random Abstract. Es muy larga, 16 minutos, muy lenta, morosa y sumamente delicada. Merece la pena para quien tenga tiempo e interés.


En fin, que hay que volver a los creadores del tema. Aquel elenco poderoso formado por el propio Ornette junto a Don Cherry, Billy Higgins y el contrabajista Charlie Haden, el único protagonista en esta versión en solitario.
 
En una entrevista con el filósofo francés, Jacques Derrida, Ornette Coleman contó que antes de ser un músico reconocido trabajaba en unos grandes almacenes y un día, mientras comía su almuerzo, vio en una pared una pintura que le conmovió por su aparente contradicción. Retrataba a una chica bellísima, con todo la hermosura física que puede desear una mujer, y sin embargo tenía en su rostro una expresión triste que revelaba una especie de intenso aislamiento con respecto a su entorno y quizás al propio mundo. Cuando el músico llegó a casa se sintió apremiado a componer este tema.

27 feb 2015

Ramsey Lewis tendiendo puentes

Comercial
Un apelativo que te envía directo al infierno de los impuros, allí donde residen todos aquellos artistas musicales que supuestamente han vendido su alma por el vil metal. 
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Es lo que le escupieron los puristas del jazz a Ramsey Lewis cuando alcanzó el éxito en 1965 con este tema grabado en una actuación en el legendario club de jazz, Bohemian Caverns de Washington DC.
 
No sé esperaba semejante “traición” de un pianista de Chicago de sólida formación clásica y tan precoz, que a los 15 años ya era parte un grupo de jazz llamado The Cleffs. Posteriormente formó un trío con Eldee Young y Redd Holt, antes de realizar sus primera grabaciones con poco más de 20 años en el celebérrimo sello Chess de su ciudad natal. Sin embargo, en aquel fecundo año 1964 en que grabó 6 discos, tuvo ya un primer éxito en otra grabación en directo en el mismo local de la capital norteamericana.

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Puede y siempre que usemos el canon del jazz al uso. Es decir, el que prefiere mantenerlo a salvo de contaminaciones ambientales aunque éstas procedan de las mismas raíces musicales negras en las que se incubó el género durante buena parte de su historia. Esa mezcla del viejo blues y el nuevo rhythm and blues, gospel, naciente soul y sobre todo mucho mucho groove, solo  es admisible cuando se mantiene en unos cauces respetables o cuando es realizado por músicos que ya están por encima del bien y del mal: Cannonball Aderley, Horace Silver, Jimmy Smith, Wes Montgomery etc..
The in Crowd ganó un disco de oro (5º puesto por el tema y 2º como álbum) y un Grammy, pero no consiguió la adhesión de los dos socios de Lewis que deciden abandonar el trío y lanzarse a nuevas aventuras musicales. Entran Cleveland Eaton y Maurice White, fundador posterior y líder indiscutible de Earth, Wind and Fire. Es el período en que Ramsey Lewis consigue otros dos fenomenales éxitos con otras dos versiones: un número 1 de The McCoys y un viejo tema gospel.

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Indudablemente y mucho, pero también un pionero del movimiento funk que eclosionaría en los 70 con la música disco y aledaños. 
Hagamos una comparación con el tema que llevo a  Cannonball Aderley  a las listas de éxito y que  contó con la presencia estelar de Joe Zawinul en los teclados. ¿No creéis que está presente el mismo espíritu?
 
La carrera de Ramsey Lewis continuó en la Chess hasta 1972 en que firmó contrato con la Columbia. Maurice White, su batería, lo dejó en 1969, y con Earth, Wind and Fire creó el groove que dominó la década de los 70 y hasta ahora mismo. Llegó el smooth jazz, y Ramsey Lewis fue una de sus baluartes arrimado ya al teclado eléctrico.
Colaboraciones con diversos grupos y asociaciones, locutor en una de las emisoras musicales punteras del país y hasta  presentador de una serie titulada "Legends of Jazz" en la televisión pública norteamericana. También ha sido promotor de conciertos, compositor de obras para música clásica o ballet, doctor honoris causa por varias universidades y una personalidad en su ciudad donde corrió con la llama olímpica en 2002.

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Sí, lo es y lo ha sido. Seria absurdo negarlo. Lo que nadie puede dudar es que hay un gran músico detrás. Un músico más preocupado de tender puentes que de intentar dinamitarlos.

18 feb 2015

El desafío de Smile

Empecemos por un final:

El final de Tiempos Modernos (1936). La película en la que el Gran Mimo lanza su último desafío frente a las coacciones de la vida contemporánea. Casi 10 años postulando el silencio en sus películas para que se acabe filtrando, casi de tapadillo, en sus escenas mordaces y en este final musical tan romántico y meloso con la que concluye todo. Ya nada será igual para Charles Chaplin.
18 años más tarde, en 1954, John Turner y Geoffrey Parsons, titulan la canción, Smile, y le ponen una letra. En los terciopelos de Nat King Cole la canción alcanza el top 10 de la lista de éxitos de ese año.

Terreno peligroso el de Smile por nacer en un territorio al borde de la ñoñería y el sentimentalismo pertinaz, allí donde el genio del bigotito se movía a las maravillas como buen acróbata, pero donde cualquier otro podía caerse con todo el equipo. Nat King Cole lo evita, según mi parecer.

¿Y el resto? Todo depende de la actitud musical de cada cual ante una canción tan expuesta. Renunciemos al juicio y vayamos a algún caso.
Está es la interpretación canónica de Michael Jackson en su disco de 1995. Recordemos que siendo la canción favorita de Michaella cantó su hermano Jermaine en el funeral del cantante.
Elvis Costello se permite ciertas variaciones en  su disco del 2001 Cruel Smile donde la interpreta dos veces. Una en plan balada, más fiel al original,  y otra más heterodoxa con un toque orquestal de fondo.

 
Y hasta el apodado Mano Lenta metió la idem  a esta canción en muchos directos, como en éste de 1974.

Vayamos a aquellos para los que Smile es una excusa para trazar otros rumbos. Ese es el caso de Dexter Gordon y esta interpretación de 1961 junto a Kenny Drue, Paul Chambers y Philly Joe Jones.

  
Otro caso es el de Kenny Dorham, el gran trompetista, en el álbum Matador de 1962 con Jackie McLean y Bobby Timmons entre otros.

Por último, una versión de Bireli Legrene, la gran estrella del jazz manouche en un directo en el Festival de Marciac.

Es curioso que una melodía tan aparentemente trivial tenga esa contundencia, esa capacidad de impacto y esa necesidad de ser desafiada por músicos y cantantes de distinta índole y condición.
¿Qué ocurre con Smile?

6 feb 2015

El espíritu inaprensible del groove

La palabra groove pertenece a ese clase de términos acuñados por la música popular norteamericana que difícilmente se atienen a una definición exacta y convincente. Tiene su lógica, ya que expresa una sensación subjetiva y muy personal producida en el oyente por la interacción de elementos musicales en los que predomina el factor rítmico. 
Sí, como el swing,  ¿pero es swing? Ah amigos, eso es algo con lo que se están rompiendo la cabeza los que entienden o creen entender de música desde hace mucho tiempo. Para nosotros los jóvenes, es una música que te pide, te reclama y hasta te exige que te eches un bailecito.

Pero vayamos al principio, el groove es el nombre que en inglés designa a los surcos de los discos de vinilo, aparecidos en el mercado musical en 1930. Luego ese concepto se fue ampliando hasta referirse a la música que se ajustaba a un estilo preciso y cadencioso, propio de una grabación, y que generaba una reacción equivalente en los oyentes. La extraordinaria orquesta de Chick Webb, reyes absolutos del Savoy Ballroom de Harlem, tiene un tema pionero en 1939 titulado In the Groove At the Grove.

Llegamos a los 40 y en la plenitud de la etapa swing la palabra se mezcló con el adjetivo groovy para subrayar la excelencia de un tema musical. Con posterioridad, ya en los 50 y 60 se incorporó al lenguaje popular para referirse a algo bueno, estupendo, diríamos aquí y ahora: "guay".

  
En los mismo sesenta,  Sam Cooke o de The Young Rascals preferían usar el término groovin' en dos bellos temas:

La palabra original, groove,  fue recuperada en los 50 para designar a la música que se mantenía fiel al espíritu rítmico de la música negra frente al ensimismamiento autocomplaciente del bebop . En especial, se asoció a la naciente música funky y a las derivaciones musicales del blues y el gospel. A partir de los 60 encontró su rincón definitivo con la entronización del soul.


Termino con una canción que para mí representa, mejor que ninguna otra, el espíritu inaprensible del groove, ese que sigue de actualidad a través del hip hop y toda clase de estilos electrónicos de la modernidad.

26 ene 2015

Pollos, patos, pajaritos y pajarracos en Sinfonía

Esta no es una entrada para seres elegantes, sofisticados o exquisitos.
Abandono los territorios confortables donde el éxito está asegurado. Dejó atrás teatros, salas de concierto y auditorios para irme a corrales, pajareras y palomares.
Me decido, meto la mano en el nido y me juego un picotazo o que me atinen en la cara con una boñiga.


Me preguntaba a mi mismo, ¿serás capaz? y ya veis que lo hecho. Tampoco pasa nada, sigo siendo el de siempre. ¿O no?
Lo puedo intentar de nuevo, subiendo un poco el nivel. Además es mejor empezar con lo más cercano, ya sabéis lo que dicen: más vale lo malo conocido.

Hay peligro con las gallinas. Siempre te puedes encontrar a alguien dispuesto a demostrarte que son más viejunas o más frescas que los dichosos huevos de la comparación. Eso si no te tropiezas con personajes empeñados en imitarlas.

Algunos son más exóticos y prefieren los patos. Los patos tienen buena fama. Pueden ser cuna de cisne o convertirse en personaje famoso de Disney.


Estaban llamados los patos y al final también vinieron gansos, cisnes y hasta marrecos, conocidos en estas latitudes como cercetas. Los pájaros son todo un mundo y se prestan a cualquier cosa, incluso a extrañas combinaciones. Por ejemplo de esta enlace con música de pájaros y éste otro con música para monos surgió este picotazo gutural.

Es lo malo que tiene tratar con tanto pájaro, te adaptas a su ritmo y luego no puedes parar. Reconócelo aunque lo intentes, nunca podrás volar a su altura o correr como un loco por los caminos.

Es hora de descansar de tanto trajín. La pajarera se ha quedado pequeña y otro día tendré que traer otra para llenarla de las aves que no pudieron entrar en ésta. Cabe un mirlo que es pájaro pequeño. A éste, en concreto, le tengo especial cariño: está en la canción que más me gusta del grupo que más me gusta, el primero de los grupos.
"Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas y aprende a volar. Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo. Mirlo que cantas en el silencio de la noche, abre esos ojos hundidos y aprende a ver. Toda la vida has esperado ese momento para ser libre. Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra. Vuela, mirlo, vuela, en la luz de una noche oscura y negra. Mirlo que cantas en el silencio de la noche, despliega esas alas rotas y aprende a volar. Toda la vida has esperado este momento para alzar el vuelo. has esperado este momento para alzar el vuelo. has esperado este momento para alzar el vuelo"

(Dedicado al maravilloso pueblo griego)

15 ene 2015

Isn´t it Romantic? en la forja de un género

No es uno de los standards que más me apasionan del cancionero popular norteamericano. Tampoco es uno de los temas que escogería dentro del inmenso repertorio de sus autores, los siempre extraordinarios Richard Rodgers y Lorenz Hart. Sin embargo es un tema importante, decisivo en el advenimiento del cine musical tras la llegada a las pantallas del cine sonoro. 
La clave está en este escena del film Love Me Tonight, en castellano Ámame esta noche, dirigido por Rouben Mamoulian en 1932.
 
El grave inconveniente del primer cine sonoro era el uso de cámaras ruidosas que obligaban a prescindir de exteriores y su sustitución por estudios insonorizados donde los actores además tenían limitada su movilidad por el corto alcance de los micrófonos. Se usaban más cámaras para mantener la agilidad de las escenas, pero todo se desarrollaba en un espacio reducido y poco natural. De alguna manera, es como si el cine hubiera perdido aquel ímpetu espectacular y dinámico que lo había caracterizado en los últimos tiempos de la época muda y volviera a ser un arte estático y teatral. 
El asunto se resolvió pronto, con cámaras mejor preparadas y micrófonos de mejor alcance pero para ello hubo que asumir riesgos y uno de ellos fue el uso del movimiento en esta estupenda escena musical de Love Me Tonight. Por cierto, el sastre del principio, Maurice Chevalier estaba tan feliz porque se había enamorado de la princesa del final, Jeanette MacDonald, a la que le llega la canción tras esa peculiar carrera de relevos. El colorín colorado era algo obvio pero aún satisface más saber que la comedia musical cinematográfica, tal como lo entendemos hoy, nació de tan sugestiva semilla. 
¿No es romántico?
Is n't It Romantic? siguió siendo una pieza importante en bastantes películas. En dos films del ácido Preston Sturges y en otras dos del incomparable maestro Billy Wilder: Berlín Occidente y en esa pieza de orfebrería dentro de la comedia romántica llamada Sabrina.

Musicalmente hay versiones para dar y tomar. Escojo tres.
La primera los All Stars de Coleman Hawkins en 1947 con una alineación de gala en la que junto al maestro se incluye a Miles Davis, Kai Winding, Howard Johnson, Hank Jones, Curley Russell y Max Roach.


Chet Baker en un notable concierto para la televisión con grandes jazzmen europeos.
Y Bill Evans en su esplendor.

5 ene 2015

Ya vienen los Reyes

Nat King Cole (1919-1965) Albert King (1924-1992) Freddie King (1934-1976) King Curtis (1935-1971) B.B. King (1925-2015) Carole King (1942)

Y la actuación estelar de:

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